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Aplicaciones en el mundo

Durante el pasado decenio, las políticas encaminadas a fomentar el empleo de energía renovable han cobrado una importancia creciente en el ámbito de los esfuerzos para reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables, como los combustibles fósiles y sus elevados precios, y de las estrategias para afrontar el calentamiento mundial junto con nuevas políticas energéticas y medio ambientales. Se ha encontrado que la dendroenergía es una fuente potencialmente importante de energía renovable y, por esta razón, varios países desarrollados se interesan en incrementar su utilización. Además, la dendroenergía sigue siendo la fuente más importante de energía para más de dos mil millones de personas de países en desarrollo que cuentan con pocas otras fuentes de energía. Así, la madera se utiliza cada vez más para producir energía.

Actualmente, la dendroenergía representa un 5 por ciento aproximadamente del suministro total de energía primaria (STEP) y la leña es con mucho la fuente más importante de dendroenergía. Sin embargo, su importancia en relación con el suministro total de energía difiere mucho según los países y regiones. Por ejemplo, la dendroenergía (sobre todo leña) representa más de los dos tercios del STEP en la República del Congo, Eritrea, Etiopía, Mozambique y la República Unida de Tanzanía, y más de la mitad en Haití, Nepal y el Paraguay. En Europa, la contribución total de la dendroenergía al STEP es muy baja (alrededor del 1 por ciento), pero hay grandes diferencias entre los países. Por ejemplo, en Finlandia y Suecia, representa el 14 y el 10 por ciento del STEP, respectivamente, debido a la gran industria de la pasta y el papel y a la utilización de licor negro para la producción de energía.

La importancia de la dendroenergía como forma de utilización de los bosques y árboles varía también mucho según los países y regiones. En general, el combustible de madera (es decir, la leña y el carbón vegetal) representa un 53 por ciento aproximadamente del total de madera en rollo que se produce en el mundo. En cuanto a la distribución de la producción de combustible de madera entre las regiones, la mayor parte corresponde a Asia (44 por ciento aproximadamente), seguida de África (21 por ciento). En conjunto, Asia, África y América del Sur y Central representan el 76 por ciento de la producción mundial de combustibles de Madera.









En los países en desarrollo, la madera constituye la fuente primaria de energía para calefacción y para cocinar. El uso de la dendroenergía se divide como sigue: leña, 90%; licor negro, 6 %; carbón vegetal, 4 %. Los hogares son sus principales consumidores (especialmente los rurales), con la industria y el sector de los servicios que la consumen menos.
La utilización de la dendroenergía está determinada por varios factores, como el precio, los ingresos, la disponibilidad de otros tipos de energía y la existencia de recursos. En general, la mayoría de los consumidores de países en desarrollo utilizan la dendroenergía porque sus posibilidades de elegir el suministro de energía están limitadas por los ingresos y por la carencia de otros tipos de energía.

Los hogares que utilizan la dendroenergía pueden dividirse en cuatro tipos:
hogares que producen leña sólo para sus propias necesidades;
hogares que producen y venden leña;
hogares que producen y compran leña;
hogares que sólo compran leña.

La mayor parte de los hogares rurales entran en los grupos primero y segundo, mientras que la mayor parte de los urbanos pueden clasificarse en los grupos tercero y cuarto.

Tradicionalmente, las principales fuentes de madera empleada como combustible son los residuos y desperdicios madereros derivados de las industris de la madera (aserraderos, fábricas de tableros a base de madera y fábricas de pasta). En las zonas rurales pobres de los países en desarrollo, la leña suele obtenerse directamente talando árboles o recogiendo madera caída. Recientemente los residuos y la biomasa de madera recuperados de las operaciones de tala se han convertido en importantes fuentes de suministro.
Los estudios de perspectivas realizados por la Agencia Internacional de la Energía indican que las fuentes de energía renovable seguirán aumentando sus cuotas de mercado en la combinación de energía. Si bien la leña y el carbón vegetal seguirán utilizándose principalmente para cocinar y para la calefacción en los países en desarrollo, se prevé que la utilización de biocombustibles sólidos para la producción de electricidad se triplique para el año 2030.

En Camerún se ha estimado que los residuos madereros generados tan sólo en los aserraderos serían suficientes para satisfacer la totalidad de la demanda nacional de electricidad. Si se utilizaran todos los residuos producidos durante las operaciones forestales, el país podría generar una cantidad de energía eléctrica equivalente a cinco veces su demanda actual.

El Brasil es uno de los pocos países en que se ha investigado durante décadas la
producción en gran escala de energía derivada de la madera. En ese país se han realizado inversiones cuantiosas en plantaciones forestales, mayormente de Eucalyptus spp. de crecimiento rápido, dedicadas a la producción de madera para obtención de carbón industrial destinado a la industria del acero. También se han establecido plantaciones forestales que producen biomasa de combustión y para generación de calor y electricidad, que se utilizan en la industria alimentaria, de las bebidas y otras.

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